AromaCosmética

Presentación blog.

Quiero proporcionarte información de calidad y valiosa en torno al mundo de los aceites esenciales naturales y de la cosmética. Mi finalidad es enseñarte todo aquello que he ido aprendiendo e investigando desde la carrera hasta actualmente.

Por tanto, en este blog, irás encontrando diferentes artículos de cosmética natural, aromaterapia, perfumería natural, jabonería natural…etc…

Gracias por tu visita, y espero que este blog cumpla su fin, ayudarte en tus inquietudes sobre este mundo tan apasionante.

Sobre mi

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Soy licenciado en Biología, y durante diez años he impartido la asignatura de química cosmética. Mis conocimientos se basan en la aromaterapia científica. Mi especialidad son los aceites esenciales naturales tanto en: aromaterapia, perfumeria, jaboneria, y cosmetica natural. También me apasiona la fotografía, si te interesa puedes visitar mi insta: fitosphoto

jueves, 18 de abril de 2024

 Que es y como se hace un jabón de glicerina

Hay técnicas para realizar nuestra propia base de jabón de glicerina, pero hoy en día se venden bases, que en la mayoría de casos tienen mucha calidad, aunque aprenderemos a identificarlas más adelante.

Esta base, ya estaría preparada para su uso, pero lo interesante es enriquecerla con aditivos, haciendo un jabón con mayores propiedades (jabón cosmético) y personalizarlo con colores y aromas.

Por tanto, en este caso no se trata de hacer jabón, sino de enriquecerlo. El proceso empieza por adquirir una buena base de glicerina, a la cual añadiremos nuestros aditivos, para personalizar nuestra base en función de nuestras preferencias.






Base de glicerina

Como su nombre lo dice, está hecha a base de glicerina principalmente. Los otros componentes, pueden variar según el fabricante.

Normalmente, están compuestas por ingredientes de origen vegetal, con aceites que multiplican las propiedades que contiene la base de glicerina como aceite de coco que además de hidratar la piel, permite que el jabón cree más espuma que un jabón de glicerina normal. Puede contener otros tipos de aceites e ingredientes que varían según la fórmula del fabricante.

Pero si queremos saber la composición exacta de nuestra base y los aditivos que le han incorporado, debemos consulta su INCI, donde tienen que estar todos indicados. 

La base de glicerina la encontramos:

·         Color blanco, opaca

·  Transparente: Hay varios grados de transparencia, la más transparente suele denominarse “Cristal”

Las dos bases se tratan del mismo jabón, pero la base blanca tiene dióxido de titanio para darle esa opacidad blanca.

Por tanto, si no tenemos glicerina blanca y disponemos de óxido de titanio, podemos utilizarlo para convertir una base transparente en blanca.

De igual forma, encontramos bases de glicerina con otros aditivos o componentes que le dan un PLUS al jabón; estas son la base de Karité, de aloe, leche de cabra, miel, entre otras. Esto no es más que la base de glicerina básica que se le agregan estos aditivos con el fin de proporcionar mucha más hidratación y es más practico por lo que no tienes que agregarle ningún otro aditivo, sino que ya la misma base lo contiene. Para saber si la base de glicerina que te ofrece tu proveedor es de calidad debe tener las siguientes características:

·         No debe tener olor a alcohol u otro olor fuerte

·         El aroma debe ser neutral y suave

·         La espuma que emite el jabón debe sentirse.

·        Entre los ingredientes, lo ideal es que contenga aceites vegetales o ingredientes aptos por la cosmética natural

·      Debe derretirse y secarse con facilidad. Según el ambiente en el que te encuentre un jabón puede demorar máximo 1 o 2 horas en endurecer y un mínimo 30 minutos

Hay muchas técnicas, las cuales nos permiten realizar jabones, con mucha variedad de colores, formas, olores, ya que realmente la glicerina nos permite mucho juego a la hora de realizar un jabón. 


 

 


martes, 16 de abril de 2024

La ceniza de sosa o de soda

Se trata de sal de sodio (carbonato de sodio) que a veces se puede formar por contacto del hidróxido de sodio con el dióxido de carbono o con los sulfatos del agua mientras el jabón está en etapa de curado.

Ante todo, hay que destacar que solo se trata de un problema estético y que para nada afecta a las propiedades del jabón.


Pero si quieres evitarlo, hay diferentes acciones que se pueden hacer para prevenir su aparición:

·         Trabajar con concentraciones superiores a 33% incluso hasta de 40%. Trabajar con descuento de agua te dará un jabón con mejor aspecto y sin ceniza, la pérdida de agua es mínima lo que mantiene fiel su peso y textura y también evitarás que se formen ríos de glicerina. Además de ello, con concentraciones cercanas al 40% el jabón se curará más rápidamente.

·   Control de la temperatura: Otro de los factores que evita que se forme carbonato es la gelificación del jabón. Cuando el jabón pasa por esta etapa, no queda sosa para reaccionar con el CO2 del aire.  Si trabajas con temperaturas bajas y concentraciones altas, utiliza la técnica CPOP para que el jabón gelifique. CPOP significa Cold Process Oven Process, esto quiere decir que una vez enmoldado tu jabón, lo obligues a gelificar dentro del horno, con un calor bajo y controlado.

·   Utilizar alcohol: Pulverizar la superficie del jabón con alcohol de 96º o con alcohol isopropílico ayudará a evitar su formación. Debes pulverizar el jabón al momento de verterlo en el molde y ya hayas logrado la superficie que desees. Luego lo vuelves a pulverizar después de 15 a 20 minutos. Tapa el jabón y mantenlo caliente para que logre gelificar. Si el jabón está por debajo de los 30ºC o la habitación está muy fría, puedes forzar la gelificación con el método CPOP. 

·     Sellar la superficie: Si tu jabón es plano, sin diseño, una vez enmoldado puedes cubrir la superficie con un trozo de papel encerado de horno o con film de alimentos, para evitar que el aire haga contacto.

·         Utilizar agua destilada: Para que los sulfatos de sodio no aparezcan en tu jabón, solo utiliza agua destilada para saponificar y sosa de buena calidad, en lo posible de 98 -99% de pureza.


 


domingo, 14 de abril de 2024

 

Gelificación del jabón

Es un proceso que ocurre después de la traza, y una vez ha ocurrido la saponificación. Es un proceso muy ligado con la temperatura, dando un aspecto de gel transparente al jabón.

Es un proceso controlado de forma que podemos decidir, si queremos que ocurra o no. No afecta para nada a las propiedades del jabón, pero si a su aspecto.

En la reacción de saponificación se alcanzan los 50º. De forma genérica, durante el proceso de enmoldado alargamos esa temperatura, produciremos una gelificación que puede ser:

·    Total: Utilizando moldes poco aislantes (madera) y dejando reposar el jabón tapado dentro del horno que previamente ha sido un poco calentado a 50º, solo durante un rato previo a introducir el jabón. El calor de la reacción, más el calor residual del horno, producirá la gelificación total. Se puede ayudar mezclando las 2 fases calientes más de 50ºC

·   Parcial: Utilizando moldes poco aislantes (madera), lo taparemos y lo dejaremos enfriar a temperatura ambiente

·     Si no queremos gelificación (gelificación interrumpida), una forma muy segura es introducir el molde con el jabón en la nevera o en algún lugar fresco. Ayuda a evitarlo mezclar las 2 fases sobre 45º


 Ventajas gelificación total:

·         Tiempo de curado menor y por tanto más rápido baja el pH

·         Genera más espuma y va a tener mejores condiciones de acondicionado

·         Los colores se ven más vivos, colores brillantes, menos mate

·         No se forma ceniza

Desventajas gelificación total:

·         Jabones más blandos

La gelificación parcial no se suele utilizar, ya que no genera barras de jabón tan bonitas, ya que en el centro se puede quedar de otro color y además puede generar burbujas o huecos de glicerina. También genera jabones más blandos.

jueves, 11 de abril de 2024

 

Como afectan los aditivos a la traza. Cuando y como añadirlos.

Parte II. Aromas

Este punto va muy relacionado con la traza, ya que para incorporar aditivos la traza tiene que estar líquida, para que nos permita un buen movimiento y por tanto una correcta mezcla de los aditivos. En caso contrario si alcanzamos el nivel de espesor que tiene la traza deseada para realizar el jabón, pero no podremos trabajarla ni incorporar ningún aditivo correctamente.

Como la temperatura acelera la traza, cuando queramos incorporar aditivos, trabajaremos con menos temperatura, sobre todo para los colores.

Un detalle importante, cuando vayamos incorporando los aditivos, mezclar a mano, ya que, si seguimos con la batidora, llegaremos enseguida a la traza espesa y como he comentado antes, esto no nos permite incorporar o mezclar en la masa los aditivos.

Una vez incorporados los aditivos podemos seguir mezclando con la batidora hasta conseguir la traza deseada. Puede que con los aditivos cueste más o no se consiga, en ese caso después de batir un rato, incorporaremos la masa al molde, aunque no hayamos conseguido traza espesa.

Hay varios tipos y como pasa en los colores, los aromas tienen que ser naturales (aceites esenciales) o que tengan grado cosmético que les haga aptos para su uso en la piel.

Yo me decanto por los aceites esenciales naturales, ya que aportan un aroma intenso y muy agradable. Una buena concentración es el 3-4% del total de la mezcla, aunque se puede superar perfectamente esos porcentajes en función de nuestro gusto.

Como añadirlos

1- Trabajar con traza líquida antes de que espese. Apenas 3-4 golpes de batidora

2- Se incorporan en la mezcla final cuando ya tengamos toda la masa en nuestro molde, tenga o no colorantes.

Hay que saber, que la sosa es muy agresiva, y que si queremos que nuestro jabón tenga un aroma agradable solo podemos utilizar:

·         Aromas y fragancias, siempre de tipo cosmético

·         Aceites esenciales naturales

Si utilizamos otro tipo de aromas, reaccionaran con la sosa, neutralizando todo su olor y tendremos un buen jabón, pero sin aroma.

Con el tiempo, es normal que el jabón vaya perdiendo su potencia de aroma. 






 

Como afectan los aditivos a la traza. Cuando y como añadirlos.

Parte I. Colorantes

Este punto va muy relacionado con la traza, ya que para incorporar aditivos la traza tiene que estar líquida, para que nos permita un buen movimiento y por tanto una correcta mezcla de los aditivos. En caso contrario si alcanzamos el nivel de espesor que tiene la traza deseada para realizar el jabón, pero no podremos trabajarla ni incorporar ningún aditivo correctamente.

Como la temperatura acelera la traza, cuando queramos incorporar aditivos, trabajaremos con menos temperatura, sobre todo para los colores.

Un detalle importante, cuando vayamos incorporando los aditivos, mezclar a mano, ya que, si seguimos con la batidora, llegaremos enseguida a la traza espesa y como he comentado antes, esto no nos permite incorporar o mezclar en la masa los aditivos.

Una vez incorporados los aditivos podemos seguir mezclando con la batidora hasta conseguir la traza deseada. Puede que con los aditivos cueste más o no se consiga, en ese caso después de batir un rato, incorporaremos la masa al molde, aunque no hayamos conseguido traza espesa.

A-Color y traza

Hay muchos tipos de colorantes, sintéticos, minerales (óxidos de hierro, arcillas), naturales…etc. Pero los colorantes que utilicemos, todos tienen que tener grado cosmético, es decir apto para su uso en la piel.

Los naturales, suelen ser poco estables, ya que la sosa los degrada. Yo recomiendo utilizar los sintéticos o los minerales, se consiguen mejores resultados, obteniéndose pastillas muy llamativas y coloridas.

Como añadirlos

1- Trabajar con batidora (apenas 3-4 golpes de batidor) hasta conseguir la traza líquida antes de que espese.

2- Separa el jabón en jarras, si quieres trabajar colores diferentes.

3- Se puede incorporar colorante en polvo directamente, aunque de esta forma es más difícil controlar la tonalidad.

Lo ideal, aunque eso depende de la experiencia de quien hace el jabón, es hacer una disolución previa, en unos pocos mililitros de agua o aceite (en función del tipo de colorante), e ir incorporando poco a poco la disolución hasta conseguir la tonalidad deseada, ten en cuenta que en caliente el color se ve más subido y luego cuando se enfría, baja de tono.

4-Si quieres colores claros, trabaja con aceites claros: almendras, karité desodorizada, pepita de uva, coco, palma, manteca de cerdo…etc. Un ejemplo de aceite oscuro y no quedan bien los colores claros es el de aceite de oliva. Por tanto, si queremos jugar con los colores, nuestra mezcla debe de tener aceites claros.

Como he comentado, los aceites utilizados para la elaboración del jabón también pueden darle color:

·               Aceite de cáñamo proporciona un verde intenso,

·         Aceite de zanahorias, el de rosa mosqueta o el de germen de trigo proporcionan distintos grados de naranja,

·         Aceite oliva desde amarillos a verdosos que al final quedan más o menos marfil,

·         El coco, palmiste, sebo, manteca y karité producen jabones muy blancos que pueden resultar idóneos para ser coloreados.

martes, 9 de abril de 2024

 

Índices finales de la calculadora.Segunda parte

Acondicionado

Capacidad que tiene el jabón de suavizar y nutrir la piel y el pelo. Estos aceites son los que contienen los ácidos grasos siguientes (los más comunes):

·         Poliinsaturados linoleico y linolénico

·         Monoinsaturados, oleico, ricinoleico

·         Sobre todo, el ácido graso monoinsaturado gadoleico (jojoba)

El aceite vegetal de cáñamo, jojoba y las ceras de abeja y carnaúba aumentan mucho el acondicionado. La lanolina también la aumenta mucho.

Esta propiedad es inversamente proporcional a la limpieza, es decir a mayor acondicionado, menos limpieza, o, al contrario.

Para pieles secas y sensibles, es mucho mejor que el valor del acondicionado tenga un punto o dos superiores al de limpieza. El motivo es que, si nuestra piel es seca y nos aplicamos un jabón con mucho poder de limpieza, consigue arrastrar con más eficiencia la grasa y evidentemente a una piel seca no le interesa

Limpieza o capacidad detergente

Como ya indica su palabra, es cuanto de eficaz es en arrastrar la suciedad. A mayor poder detergente, más seca la piel, ya que arrastra consigo la grasa del manto hidrolipídico. Estos aceites son los que contienen los ácidos grasos siguientes (los más comunes):

·          caprílico, laúrico y mirístico

Esta propiedad es inversamente proporcional al acondicionado, es decir a mayor limpieza menos suave y nutriente, o, al contrario.

Las pieles grasas, podrían aguantar una mayor limpieza que acondicionamiento.

Burbujas

Es la cantidad de burbujas que proporciona. Esto no se traduce en mayor limpieza, solo en la cantidad de burbujas. Estos aceites son los que contienen los ácidos grasos siguientes (los más comunes):

·          caprílico, laúrico y mirístico y en menor proporción el oleico

Persistencia de la espuma

Determina cuanto de duradera es la espuma que produce y su consistencia cremosa. Una persistencia alta, hace que los jabones aclaren menos. Estos aceites son los que contienen los ácidos grasos siguientes (los más comunes):

·         palmítico y esteárico

Dureza

Esta variable no genera dudas, su propio nombre indica de que se trata. Estos aceites son los que contienen los ácidos grasos siguientes (los más comunes):

·         palmítico y esteárico y en menor proporción oleico y ricinoleico

Solubilidad

La solubilidad es la capacidad que posee una sustancia para poder disolverse en otra. Por tanto, en este caso, ser refiere a la facilidad de un jabón en deshacerse en agua:

·         Índice alto, el jabón tiende a gastarse pronto

·         Índice bajo, necesita más fricción para producir espuma, es decir se gasta menos que el caso anterior

Los ácidos grasos que más aumentan este valor son:

Ácido graso ricinoleico, y en menor medida Ácido Linolélico y linoleico

El ácido graso que más disminuyen este valor es:

Secado

Hace referencia a la capacidad que tiene un jabón de perder su humedad. El secado es justamente lo contrario a “baboso”:

·         Índice alto, el jabón se resquebraja

·         Índice bajo, tienden a ponerse viscosos

No es imprescindible saber de memoria como afectan las diferentes grasas a las características del jabón, sin embargo, si que considero importante, tener una idea genérica, ya que nos ayudará a conseguir jabones que cumplan nuestros con nuestros requisitos.

Conociendo estos conceptos, podremos ajustar más rápido y eficientemente, los valores de los índices para conseguir nuestro jabón.

Consejo para conocer los índices de cada grasa

Una buena forma de saber que características aporta una determinada grasa, es poner una cantidad cualquiera en la calculadora y observar sus índices. De esta forma, sabremos cómo se comporta una determinada grasa y que aporta al jabón.

Si queremos comparar las grasas entre ellas, solo tendremos que poner la misma cantidad de gramos en la calculadora, de forma aislada de cada grasa y comparar sus índices.

Como resumen:

·         Pieles secas y sensibles: Menor limpieza y mayor acondicionado, y mayor sobreengrasado

·         Pieles grasas: La limpieza puede ser mayor que el acondicionad y menor sobreengrasado

·         Jabones para lavado ropa: Mayor limpieza-sobreengrasado valor 0

 

Índices finales de la calculadora. Primera parte

Los siguientes valores, se encuentran al final de la calculadora. Todos tienen un valor numérico ideal cercano al 50. Esto solo es un valor estándar, ya que, si nosotros buscamos reforzar algunas de las cualidades del jabón, podemos retocar nuestra fórmula para conseguir enfatizar aquella característica buscada o por el contrario rebajarla.

Es decir, perfectamente podemos tener valores por encima o por debajo de 50, siempre y cuando sepamos como afecta ese cambio.

Así puede apetecernos hacer un jabón más limpiador, más suave, más espumoso, más duro o blando. A lo mejor buscas un jabón muy hidratante, para eso necesitas un acondicionado por encima de 50 y/o que el acondicionado sea superior a la limpieza… Y así con infinidad de variables.

Pero para ser rigurosos, tampoco es conveniente alejarse mucho de este valor.

Pero antes, voy a hacer una relación entre los ácidos grasos que se mencionaran y el aceite vegetal que los contiene, ya que los índices que veremos a continuación hacen referencia a ácidos grasos y no a los aceites vegetales.

1-Insaturados (los que más fácilmente se oxidan (enrancian)

·         Monoinsaturado

o   Ácido graso ricinoleico: Ricino

o   Ácido graso oleico: Oliva, frutos secos, cártamo, aguacate, avellana, manteca karité

(es el ácido graso más abundante entre los A.V insaturados)

o   Ácido graso gadoleico: Jojoba 

·         Polinsaturado (los que más se oxidan)

o   Ácido graso linoleico: Cáñamo, Onagra, arroz, maíz, uva, girasol, soja, zanahoria, rosa mosqueta

o   Ácido Linolélico: graso Lino, rosa mosqueta, cáñamo, espino, borraja, onagra, cáñamo

2-Saturados

o   Ácido graso Láurico: Coco, palma, babassú

o   Ácido graso mirístico: Coco, palma

o   Ácido graso caprílico: Coco, palmiste

o   Ácido graso palmítico y esteárico: Palma, cera de abeja

o   Ácido esteárico: manteca de cacao, manteca de karité

 

SOBREENGRASADO

Consiste en dejar una pequeña parte del aceite sin saponificar, es decir sin reaccionar con la sosa, dicho de otra forma, se trata de incorporar menos cantidad de sosa de la necesaria para una saponificación completa.

En la calculadora, lo que observaremos, es que:

·         Subimos sobreengrasado: Baja la cantidad de sosa

·         Disminuimos el sobreengrasado: Aumenta la cantidad de sosa

Lo primero es tener claro el destino de nuestro jabón:

·         Para piel: Nos interesa aplicar un sobreengrasado para que el jabón sea más emoliente

o   Piel grasa: Un sobreengrasado sobre 5% es el más adecuado

o   Pieles normales: Un sobreengrasado sobre 8% es el más adecuado

o   Pieles secas/sensibles: Un sobreengrasado sobre 8-10% es el más adecuado

·     Para lavar la ropa: Nos interesa que todo el aceite se convierta en jabón, precisamente para que tenga mayor poder de detergencia (limpieza). Por consiguiente, no interesa tener sobreengrasado, valor 0. Es decir, una saponificación completa de todas las grasas.

Nota: No aconsejo un sobreengrasado superior a 10%, ya que es muy probable que se produzca oxidación de las grasas. En sobreengrasado a partir de 8%, recomiendo incorporar a la fórmula 1% de Vit E, para evitar el enranciamiento del/los aceites del sobreengrasado. 

Como hacer el sobreengrasado. Dos formas

A-Un sobreengrasado general

Pondremos el porcentaje deseado de sobreengrasado y bajará la cantidad general de sosa. Por tanto, si aplicamos un 8% de sobreengrasado, del total de los aceites de nuestra fórmula, el 8%, no saponificará.

 B-Un sobreengrasado de un aceite concreto

En la calculadora añadir la cantidad de aceite o grasa que queremos aplicar el sobreengrasado hasta que nos índice el % que nos interese, ya sabemos desde 5-10%.

Cuando tengamos la cantidad que nos corresponde de ese sobreengrasado, la reservaremos, para añadirla más adelante en la traza, ya que así en su mayor parte no se saponificará, consiguiendo nuestro sobreengrasado de nuestro aceite en concreto.

 

Concentración de la lejía

Cuando hablamos de concentración, lo estamos haciendo sobre la cantidad de agua que lleva un jabón, es decir, cuando tocamos este índice, solo cambia la cantidad de agua. En realidad, hablamos de la concentración de la lejía que se forma al mezclar la sosa (o la potasa) cáustica con el agua.  Esto es importante porque determinará:

·         La cantidad de agua que quedará en el jabón una vez finalizado y el tiempo de secado de éste.

·         La velocidad para alcanzar la traza que en algunas técnicas es importante para poder realizar ciertos acabados.

Concentración y Proporción de la lejía

Así una concentración del 50% indica que, en la lejía, la mitad del peso es agua y la otra es álcali. Una lejía del 33% de concentración, tiene el 33% de álcali diluido en el 67% de agua. Es decir 2 veces más de agua que de álcali. Un 25% tiene 3 veces más de agua que de álcali y así para todos los porcentajes posibles.

Implícitamente en esta explicación estamos hablando también de proporción que es otra forma de determinar la cantidad de agua. Si hablamos del 50% estamos diciendo que la proporción es de 1:1, si es del 33% es de 1:2 y si hablamos del 25% es de 1:3, dónde se indica que por cada parte de álcali (primer término) hay otras partes de agua (segundo término)

Cuando modificamos la concentración, solo variamos la cantidad de agua. La cantidad de sosa que indica la calculadora, debe de permanecer constante, ya que es la que la que necesita para saponificar las grasas de nuestra mezcla.

·         Valores más bajos de concentración, mayor cantidad de agua.

·         Valores más altos de concentración, menor cantidad de agua

Según el tipo de grasa:

·         Cuando la mezcla de aceites tiene un predominio de aceites blandos, conviene que la concentración sea mayor

·         Cuando la mezcla de aceites tiene un predominio de aceites duros, conviene que la concentración sea menor

Esto no es normativo, solo es un consejo basado en resultados que funcionan. Pero, perfectamente podemos incumplir lo anterior si buscamos algún otro tipo de resultados.

Como afecta a la traza la concentración

·         A menor concentración de la lejía, más se tarda en alcanzar la traza

·         A mayor concentración de lejía antes se consigue traza

Es importante saber cómo afecta la concentración a la traza , ya que, si queremos, jabones con aditivos (colores, aromas…etc), necesitamos una traza más lenta, y por tanto una concentración menor.

Por tanto, este valor va estar ligado a la dureza del jabón. Un buen valor de referencia seria entre el 26-28, si predominan aceites duros (en caso contrario trazará muy rápido), y aumentarla, sobre 30-32 si lo que predominan son aceites blandos.

Consejo para jabones con colorantes: Se buscan grasas que tengan colores claros, para que el colorante sea más vistoso. Estas grasas son: Palma, ricino, almendras, coco, y la manteca karité desodorizada y manteca de cerdo. Justo estas grasas llegan rápido a la traza, por tanto, si queremos colorear nuestro jabón, tendremos que trabajar con concentraciones bajas, entorno al 26-28%.


Valor yodo y valor INS calculadora saponficación 

 El índice de yodo (IY) expresa la cantidad de yodo que absorbe un compuesto, va en función de la insaturación del mimo. Esto significa que cuanto más alto sea este índice más posibilidades tiene el aceite de oxidarse.

Nos indica la relación entre aceites vegetales insaturados y saturados que estamos utilizando, es decir, es un indicativo del equilibrio que tenemos en nuestra fórmula.

En concreto nos informa de la posibilidad de su enranciamiento, dicho de otra forma, predice la caducidad del jabón, de forma que:

 

·         Índice yodo más altos: mayor concentración de grasas insaturadas, antes se enrancia el jabón. Debido a que estas grasas se oxidan antes

·         Índice yodo más bajos: mayor concentración de grasas saturadas, más tarda en enranciarse el jabón. Debido a que estas grasas tardan más en oxidarse. Por tanto, este tipo de aceites son más estables.

Por lo tanto, para que nuestro jabón duré más tiempo, no es conveniente abusar de aceites con un IY alto, es decir insaturados.

Hay que procurar que no pase de 70. En climas cálidos y húmedos procurar que no supere los 60.

Valor Ins (el valor menos determinante)

Determina la compatibilidad de una grasa con el jabón. Se mide en función del valor de SAP y el yodo.

Se calcula restando el valor SAP (de kOH) al IY, unos ejemplos:

·         Aceite de coco tiene un valor SAP de 258 y un valor IY de 10, calculamos 258-10=248; luego su valor INS es de 248

·         Palma es 199-53=146

·         Aceite de oliva es 190-84=106

·         Girasol es 189-133=56

Se establece que un buen equilibrio ronda los 140-160.  

Así que dentro de estos márgenes:

·         Cuanto más bajo: más blando y más propenso al enranciamiento

·         Cuanto más alto: más duro, limpiador, menos soluble y menor capacidad de enranciarse